Este modelo de vermicompostador se entrega montado pero por ser más resistente para el transporte lleva la base al revés. Solo tienes que darle la vuelta y ya estará listo para ponerlo en marcha.
Si decides poner el vermicompostador en el exterior es muy importante mantenerlo a cubierto de la lluvia y protegido del sol directo por el bien de las lombrices.
Es el sistema más cómodo, rápido y limpio de compostar en casa, incluso en un pequeño apartamento, gracias a nuestras aliadas las lombrices de california.
Es un proceso natural que ayuda a reducir los residuos orgánicos en los vertederos y con ello los niveles de contaminación. Lo mejor es que todos lo podemos hacer en casa y a cambio obtendremos el mejor de los abonos, el humus de lombriz.
Es un proceso limpio que como no genera olores se puede realizar tanto en el interior como en el exterior de la vivienda.
Es muy sencillo, una vez montado el vermicompostador prepararemos un lecho para las lombrices utilizando parte del cartón del embalaje. Con la mitad tendremos suficiente de momento, el resto lo iremos añadiendo poco a poco o lo usaremos para estructurar los restos si alguna vez se nos va la mano con el nivel de humedad.
Para esto lo romperemos en pedazos de unos pocos centímetros y lo humedeceremos un poco, se trata de que este húmedo y no chorreando, después pondremos todo el cartón humedecido en el fondo del vermicompostador, haremos un pequeño hueco en el centro y pondremos las lombrices junto con un puñado de restos cubriéndolas ligeramente con parte del cartón, y el proceso habrá comenzado.
Empieza muy poco a poco con la comida, pronto descubrirás su ritmo y sus comidas favoritas, así como lo que se comen directamente o esperan a que esté compostado.
Al principio procura enterrar los restos cada vez en un sitio para evitar cambios en el pH del medio, por fermentación. Deja siempre un sitio libre para que puedan huir en caso de problemas con algún tipo de alimento.
Mantén un grado de humedad entre el 70 y 80 %, mojado pero sin chorrear. Estructura combinando restos frescos con secos tipo papel, cartón o restos de plantas secas para formar un sustrato esponjoso y aireado. Si es necesario regar, hazlo en plan lluvia fina y mejor en varias veces.
Al estar fabricado en tablero marino resistente a la humedad y tratado con aceite de linaza no requiere prácticamente mantenimiento. Una mano de aceite al año será suficiente para que mantenga su buen aspecto exterior.
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